Desde pequeños a los niños les decimos que pueden ser Messi, que son especiales, únicos en el mundo. Pareciera que la felicidad se basa en ser diferente. En sentirse único y especial… ¿pero hasta qué punto?
La velocidad de información que permite la globalización hace que se impongan modas rápidamente, y a su vez que podamos compartir nuestras experiencias de forma inmediata. Los creadores y administradores de redes sociales comprenden profundamente nuestra necesidad por expresar la individualidad.
Podemos iniciar decenas de discusiones, en especial esa necesidad difícil de comprender sobre la cantidad de seguidores que buscan las nuevas celebridades en internet. Esa necesidad desmedida de popularidad que nos sorprende constantemente.
Recién Natasha me mostró “The Color Factory”, un proyecto creado en San Francisco y New York, donde poseen habitaciones repletas de formas y colores para que la gente vaya y se tome fotos para sus redes sociales. No ves a nadie jugando, sólo posando para sus selfies.
Lo mismo sucede con los destinos de viaje que repiten los mismos patrones, y recientemente las publicaciones pagas que todos vemos en Instagram donde aparece gente mostrándose con una fotografía muy poco producida y paga para aparecer en nuestro feed.
Las redes sociales no dejan de sorprenderme. Aún como publicista y fotógrafo. La necesidad de popularidad que obsesiona los usuarios es increíble. Y de ahí, aparecen emprendedores con ideas que apenas cinco años atrás hubiera parecido increíble.
Esta búsqueda por la originalidad momentánea hace que se limite aún más destacarse. ¿Cuántos “me gusta” tiene la publicación? ¿Cuántos “seguidores” tiene esta chica? Cada día escucho más y más estos comentarios. Los clientes se desesperan por lograr objetivos de seguidores. Pero no se dan cuenta que en realidad la mayoría de las personas simplemente ven su fotografía por menos de un segundo. Ya casi nadie lee. Las redes sociales se transformaron en la nueva “caja boba” como le decíamos a la TV años atrás. De hecho, aprovecho para escribir en este párrafo largo este comentario porque si estás leyendo estas palabras significa que sos una de las pocas personas que compartimos este pensamiento. Somos cada vez menos. No significa que sea algo malo, sino una nueva realidad.
Así que ya saben… si buscan ser “especiales”, aprendan a ser felices en su día a día. Eso sí es exótico.
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