Estoy tan feliz que me cuesta expresarme. Intentaré compartir con ustedes estas palabras desde Alicante.
Una nueva vida en Alicante
Hace casi quince años dejaba por primera vez mi vida en Buenos Aires para aventurarme a algo nuevo. Había conocido una joven española por internet. Decidí en ese entonces dejar mi trabajo y animarme a intentar una relación. Así fue que volé a Roma y luego a Almería (España).
La relación no funcionó. Todas las mujeres españolas tenían su acento. Era una tortura constante. Me encontraba en Madrid solo. Sin amigos ni dinero. Las cosas no habían sucedido como esperaba.
Luego de algunos varios días sin comer y durmiendo en McDonald’s, estaciones de bus, e intentando hacer diseño web a cambio de comida a restaurantes, un amigo me comenta que se encontraba en una ciudad al sur de España llamada Alicante. Decidí ir para allá.
Aquí me recibió muy amablemente Franquito junto a sus tíos Pablo y Miriam. A los pocos días encontré algunos trabajos que me permitieron hacerme de unos pocos euros para alquilar una habitación junto a una mujer argentina y un coreano en el centro de la ciudad. Siempre seguí visitando a estos amigos en Cabo Huertas, una parte hermosa en las afueras de Alicante.
Las cosas comenzaron a funcionar rápidamente. Así fue que conocí a Marisa, Sergio y su hija Agustina. Se convirtieron en mi familia argentina/española. Así también con Marc, Gelu, Gustavo y Gaby. Una amistad que iniciaríamos para continuar de por vida.
Fue posiblemente la época más feliz de mi vida.
Pasé bastante tiempo viviendo aquí junto a ellos y fue el puntapié inicial para descubrirme y entender que quería seguir viajando y conociendo lugares. Mi vida había cambiado. Mucho mejor de lo que había imaginado. Alicante se transformaría en mi primer hogar fuera de casa.
Constante contacto
Desde entonces nunca dejé de visitarlos. Cada vez que podía, me tomaba un vuelo y nos encontrábamos. El motivo por el cual volví a Argentina fue para cuidar a mi padre durante sus últimos meses de vida y acompañar a mi hermana en ese momento.
Una de las decisiones más difíciles de mi vida fue cuando decidí dedicar mi vida a la humanidad y trabajar en la creación de lo que sería luego mi ONG en Dubai. Porque significaba que no regresaría a vivir aquí con mi familia. Fue muy difícil, pero decidí seguir mi vocación y mi pasión. Me fue muy bien. Pero una -Gran- parte de mí quedó aquí.
Ahora que he compartido estas palabras junto a ustedes, comprenden por qué es tan importante volver a reencontrarme luego de casi ocho años con mis queridos amigos en esta ciudad que me dio una oportunidad que jamás olvidaré. Donde aprendí tantas cosas y formé amigos tan maravillosos que continuaremos por toda la vida.
Hoy comenzaré a visitar a cada uno de aquellas personas que siempre tengo presentes en mi corazón. Soy muy agradecido por el plato de comida que siempre pusieron en mi mesa, por el acompañamiento y la ayuda que siempre me brindaron. Pueden encontrar un desarrollo sobre estos días más profundo en nuestro blog UnViajeAmericano.com
Agradecimiento
Me emociona saber que ahora conocen a mi esposa, luego de tantas aventuras y anécdotas sobre ellos que he le he contado. Estoy viviendo un momento muy pero muy especial en mi vida. Profundamente emocionado.
Seguramente volveremos a vivir unos meses aquí en un futuro. Porque también es mi hogar, al igual que Dubai y ahora Santa Cruz de la Sierra.
Soy un gran agradecido a la vida por las amistades y oportunidades que me ha brindado. Gracias de corazón a cada persona que me ha ayudado a ser quien soy. Cada acción que hago es en honor a ustedes.
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